La Asamblea Local de Nación Andaluza en Almería ha denunciado públicamente que el pasado viernes 11 de abril el colegio público San Fernando, en el barrio del Zapillo, organizó una procesión católica por las calles del entorno, con la participación de menores escolarizados. La formación andalucista ha hecho pública una fotografía que documenta el evento, y advierte de que este tipo de actos vulneran de forma flagrante el principio de aconfesionalidad del Estado.

«Nos tememos que no se trata de un caso aislado», señalan en su comunicado. «Se supone que vivimos en un Estado aconfesional, pero la utilización del espacio público por parte de la religión católica y la vuelta a rituales propios del nacionalcatolicismo nos llevan a constatar que esta mal llamada democracia se va pareciendo cada vez más a la dictadura franquista». El propio centro ha publicado en sus redes sociales capturas del momento

La denuncia no se queda en la anécdota local. Nación Andaluza lanza una crítica directa a lo que consideran una deriva ideológica orquestada desde la connivencia institucional, responsabilizando tanto a la Iglesia católica como a las direcciones de los centros educativos y a la Inspección de Educación de la Delegación Provincial de la Junta de Andalucía. «No es aceptable que en pleno proceso formativo se utilice y manipule a menores para reproducir liturgias religiosas. La inacción de las autoridades educativas contribuye a normalizar una vulneración sistemática del carácter laico que debe regir en la escuela pública», advierten.
Este tipo de actividades, disfrazadas a menudo como manifestaciones culturales o festivas, han proliferado en los últimos años en centros públicos de diversas provincias andaluzas. En Córdoba, Sevilla o Málaga se han registrado actos similares en fechas próximas a la Semana Santa: procesiones escolares, viacrucis, talleres de imaginería religiosa e incluso actos litúrgicos dentro del horario lectivo. Las denuncias de colectivos laicistas y de asociaciones de madres y padres no han impedido que estas prácticas continúen con el beneplácito —o el silencio— de las administraciones.
La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional ha sostenido en ocasiones que estas actividades deben estar orientadas por criterios pedagógicos y de voluntariedad. Sin embargo, la ambigüedad normativa y la falta de control efectivo permiten que en muchos casos se conviertan en actos confesionales con participación obligatoria del alumnado.
Nación Andaluza exige medidas urgentes y efectivas para revertir esta situación y garantizar el respeto al laicismo como pilar básico del sistema educativo público. Frente a la instrumentalización de la infancia y la colonización simbólica del espacio educativo, la formación andalucista reclama una escuela verdaderamente libre de dogmas, plural y respetuosa con la diversidad de creencias y convicciones.