COAG Andalucía hace un llamamiento rotundo a la Junta de Andalucía y al Ministerio de Agricultura para actuar unidos ante la grave situación que atraviesa el sector ovino, principalmente, aunque también está afectado al caprino, por la incidencia de la lengua azul.
En este sentido, reclama un plan de apoyo económico para las explotaciones que han cumplido con los protocolos sanitarios y con las recomendaciones de vacunación.
¿Qué es la lengua azul?
La lengua azul es una enfermedad vírica que afecta sobre todo a rumiantes domésticos y silvestres, principalmente al ovino (ovejas), pero también al caprino, vacuno y a algunos rumiantes salvajes. La enfermedad no afecta a las personas, no es zoonótica.
No se transmite de un animal a otro por contacto directo (ni por leche, carne o fluidos). Se transmite exclusivamente a través de la picadura de ciertos mosquitos del género Culicoides, muy pequeños (apenas 1–3 mm), que actúan como vectores. Estos mosquitos al picar a un animal infectado ingieren el virus, y luego al picar a otro animal lo transmiten.
El ciclo depende de la climatología: los mosquitos son más activos con temperaturas suaves y alta humedad, por lo que la incidencia suele crecer en verano y otoño.
El virus puede mantenerse en la población de mosquitos y reemerger en temporadas siguientes, de ahí que se diga que es una enfermedad que «ha venido para quedarse».
Antonio Rodríguez, secretario de Organización de COAG Andalucía y responsable de Ganadería, ha advertido que «la situación es crítica y los ganaderos no pueden esperar más. El sector ovino-caprino no es únicamente una actividad, es el sustento de miles de familias y el pilar de muchos pueblos andaluces». Hay que destacar que las ovejas son las que más sufren esta enfermedad que se transmite a través de un mosquito, pero también hay ganado caprino afectado, con mermas en la producción de leche, con abortos e, incluso, mortandad.
Así las cosas, COAG Andalucía subraya que los productores que están cumpliendo con todas las obligaciones —incluido el aviso a las Oficinas Comarcales Agrarias (OCA)—, y que han seguido las recomendaciones establecidas para esta enfermedad, merecen apoyo real y eficaz, pues el objetivo es controlar estos nuevos serotipos y que en los próximos años esta enfermedad quede sin efecto.
Respecto a las declaraciones recientes del consejero reclamando acción al Ministerio, Antonio Rodríguez afirma que «solo trabajando unidos —Junta y Ministerio— podremos garantizar la supervivencia del sector. Que se pongan de acuerdo».
«Aquí no entra la política —añade—. Aquí está en riesgo la economía de miles de familias, la viabilidad de nuestras explotaciones y la vitalidad del medio rural andaluz. No hay otro camino que ayudarnos», ha dicho Rodríguez.
Desde COAG Andalucía se recuerda, además, que el ovino y el caprino son sectores clave para la sostenibilidad medioambiental: contribuyen al mantenimiento de los ecosistemas, ayudan a prevenir incendios forestales mediante el pastoreo y desempeñan un papel esencial en la conservación del medio rural y la lucha contra la despoblación. Proteger su futuro es, por tanto, una inversión no solo económica y social, sino también ambiental.