España sigue arrastrando uno de los mayores índices de abandono escolar temprano de Europa, solo por detrás de Rumanía. Pero si se baja la lupa al sur, el mapa se oscurece con intensidad alarmante. Almería encabeza el ranking estatal con una tasa del 32,9 %, y otras provincias andaluzas como Huelva y Cádiz mantienen cifras críticas pese a las mejoras de la última década.
Así lo revela el estudio La geografía del abandono escolar temprano en España (2025), coordinado por la Fundación Ramón Areces y la Fundación Sociedad y Educación. El trabajo, elaborado a partir de los censos de 2011 y 2021, pone por primera vez el foco a escala provincial —no autonómica—, desnudando la desigualdad interna en regiones como Andalucía. Y el resultado es demoledor.
Andalucía: una comunidad dividida
Los datos muestran una fractura interna evidente: mientras Córdoba ha logrado situarse en una de las posiciones más bajas de la comunidad (15,8 %), Almería, Huelva y Cádiz arrastran cifras que duplican o casi duplican esa tasa.
- Almería es la provincia con más abandono escolar temprano del país, tanto en cifras absolutas como en persistencia histórica. En 2021, su tasa fue del 32,9 %.
- Huelva ocupa el segundo puesto nacional, con una tasa similar.
- Córdoba, por el contrario, ha protagonizado una de las caídas más significativas, reduciendo en casi 19 puntos porcentuales su tasa en una década (del 34,5 % al 15,8 %).
- Jaén y Sevilla también presentan mejoras notables, situándose ya por debajo del 20 %.
En conjunto, el informe confirma que Andalucía occidental (Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz) ha mejorado sustancialmente en la última década, mientras que Andalucía oriental (Almería, Granada y Jaén) mantiene una brecha preocupante, con especial gravedad en el eje litoral.
¿Por qué Almería?
Los autores explican que las diferencias no son solo educativas. Factores estructurales como el desempleo, el peso del sector agrícola y el nivel de desigualdad social tienen una relación directa con las tasas de abandono escolar. En ese sentido, el estudio constata que a mayor precariedad laboral y dependencia del campo, mayor abandono.
En Almería, el problema se agrava por su estructura migratoria: el porcentaje de jóvenes nacidos fuera de España es alto, y según los datos, la probabilidad de abandonar los estudios es hasta 44 puntos más alta en este colectivo. A eso se suma un modelo económico centrado en la agricultura intensiva, que empuja a los jóvenes —especialmente varones— a dejar los estudios para incorporarse al mercado laboral sin cualificación.
Desigualdad de género: los chicos pierden más
El estudio subraya una constante en todo el país: los varones abandonan más que las mujeres. Pero en provincias como Almería, esa diferencia se dispara. El 38,4 % de los jóvenes almerienses de entre 18 y 24 años abandonó los estudios en 2021, una cifra que debería hacer saltar todas las alarmas institucionales.
Córdoba, el ejemplo de que se puede revertir
Frente al drama de Almería, Córdoba representa un caso de éxito parcial. En una década, ha conseguido pasar del 34,5 % al 15,8 %, una de las mayores reducciones del Estado. El estudio no entra a fondo en los factores específicos de esta mejora, pero apunta a la combinación de políticas educativas activas, estructura familiar más estable y una población con más nivel educativo en los progenitores.
Un mensaje claro: el problema es local y estructural
El principal valor del estudio es su enfoque territorial fino. Ya no vale hablar de Andalucía como bloque. Hay que mirar qué pasa en cada provincia, incluso en cada comarca. Porque las dinámicas son tan dispares que las políticas regionales deben adaptarse al terreno, y muchas veces superar los límites administrativos para coordinarse entre provincias limítrofes con realidades compartidas.
Los autores insisten en que las soluciones no pueden venir solo desde la escuela. Hace falta una acción integral: mejoras en el mercado laboral, reducción de la desigualdad económica y programas específicos para los sectores más vulnerables.
Claves para actuar
El estudio deja claras varias líneas de acción urgentes para Andalucía:
- Políticas interprovinciales: la zona Almería-Murcia-Alicante necesita planes conjuntos.
- Atención prioritaria al alumnado inmigrante: especialmente en provincias como Almería y Huelva.
- Más inversión educativa donde más se necesita: priorizar los territorios con tasas más altas.
- Políticas estructurales fuera del aula: renta, empleo juvenil, conciliación y vivienda también son factores educativos.