La Universidad de Almería (UAL) ha calculado por primera vez su huella de carbono y ha inscrito sus emisiones en el registro del Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE), con el «ambicioso objetivo» de reducirlas en un 30 por ciento en los próximos años. Esta disminución equivale a unas 650 toneladas de CO₂ anuales respecto a las registradas en 2023.
La institución ha generado un total de 2 172,10 toneladas de CO₂ equivalente, de las cuales 1 665,85 han sido emisiones indirectas derivadas del consumo eléctrico, correspondientes al alcance dos, y 506,25 toneladas, emisiones directas, recogidas en el alcance uno, originadas principalmente por la quema de combustibles en calderas y vehículos propios, así como por las pérdidas de gases refrigerantes.
La huella de carbono se define como la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos directa o indirectamente por una organización, expresándose en toneladas de CO₂ equivalente (tCO₂eq), según ha recordado la UAL en una nota.
El análisis, elaborado por el Secretariado de Sostenibilidad del Vicerrectorado de Sostenibilidad, Salud y Deportes, se ha realizado conforme a la metodología del GHG Protocol. Con 14 711 estudiantes matriculados, la huella por alumno se ha situado en 147 kilos de CO₂ equivalente.
Seis edificios del campus han concentrado el 55 por ciento del consumo eléctrico: Biblioteca, Citic, CITE II, Servicios Centrales de Investigación, CITE I y CITE III. Los resultados completos están disponibles en la página web de la universidad.
Según ha señalado Laura Piedra, directora del Secretariado de Sostenibilidad, «con la inscripción de nuestra huella de carbono, hemos mirado de frente nuestro impacto y hemos decidido actuar con determinación».
«Este no es un ejercicio meramente técnico, sino una declaración de intenciones, mostrando que la transparencia y la acción climática son pilares fundamentales de nuestra institución», ha destacado, para añadir que este paso permitirá a la universidad enfocar sus esfuerzos «de manera estratégica y efectiva».
Estas acciones se enmarcan en el Documento Estratégico de Sostenibilidad Ambiental 2025-2029. En este sentido, Piedra ha subrayado que «este paso va más allá de nuestras propias fronteras. Queremos ser un motor de cambio para nuestra comunidad, un referente que inspire a otras organizaciones a sumarse a este indispensable camino».
«Estamos sentando las bases de una universidad más verde y consciente, no solo para quienes la formamos hoy, sino para las generaciones futuras que pasarán por nuestras aulas», ha asegurado la directora de Sostenibilidad.
Con todo ello, la UAL no solo busca reducir su propio impacto ambiental, «sino también fomentar la comprensión y aplicación del concepto de huella de carbono en el tejido empresarial y otras entidades de su entorno».
«Esta es solo la primera etapa. Estamos construyendo una universidad que no solo educa, sino que también lidera con el ejemplo en la construcción de un mundo más sostenible», ha apostillado Piedra.