El Congreso de los Diputados ha aprobado este miércoles una Proposición No de Ley (PNL) presentada por Izquierda Unida para impulsar de forma decidida la producción ecológica en España. La iniciativa, defendida por el diputado malagueño Toni Valero en la Comisión de Agricultura, Alimentación y Pesca, ha contado con el respaldo mayoritario de los grupos, salvo el rechazo previsible del Partido Popular y Vox, que siguen aferrados al modelo agroindustrial intensivo pese a su evidente insostenibilidad.
La propuesta, que no tiene carácter vinculante, pero marca una dirección política, plantea un cambio de rumbo en el campo español: pasar de un modelo centrado en la productividad a otro basado en la sostenibilidad, la resiliencia climática y la justicia social. En otras palabras, dejar de hipotecar el futuro del planeta y de los pequeños productores para beneficio de unas pocas grandes explotaciones.
Durante su intervención, Valero fue rotundo:
«España se juega mucho en el campo, no solo por su valor económico, sino porque es uno de los sectores más vulnerables al cambio climático. Necesitamos una agricultura que se adapte y se proteja. Apostar por la producción ecológica es avanzar en soberanía alimentaria y en seguridad para nuestros agricultores».
La iniciativa aprobada recoge medidas concretas como:
- Diseñar un plan estratégico integral para toda la cadena ecológica: desde la producción hasta el consumo.
- Reforzar las políticas públicas con subvenciones, incentivos y protección real del suelo, la biodiversidad y el agua.
- Lanzar campañas contra el greenwashing y por el consumo responsable.
- Impulsar la compra pública verde en comedores escolares, hospitales o administraciones.
- Fomentar el etiquetado claro y la reducción del IVA sobre productos ecológicos para facilitar el acceso a todas las familias.
Además, Valero instó al Gobierno a comprometerse con los objetivos fijados por el Plan de Acción Europeo en materia agroecológica:
- Que el 25 % de la superficie agraria útil sea ecológica para 2030.
- Que el 10 % del consumo alimentario sea ecológico.
- Que al menos el 20 % de las compras públicas tengan carácter ecológico.
- Y una rebaja del IVA para estos productos que actualmente compiten en desigualdad de condiciones.
La agricultura ecológica no es una moda ni un nicho de mercado, subrayó Valero, sino una apuesta estratégica por el futuro. En un país golpeado por las sequías, la desertificación y el abandono del medio rural, IU reclama situar la agroecología como eje central de la política agraria, frente a un modelo extractivista que agota recursos, encadena al agricultor a la dependencia de insumos y favorece a los grandes distribuidores.
Con esta iniciativa, Izquierda Unida se desmarca del cortoplacismo que domina buena parte del debate agrario y vuelve a situar la transición ecológica en el centro de su agenda política. Porque —como recordó Valero—, «el campo no puede seguir siendo el vertedero de la política ni el rehén de intereses industriales: es la primera línea de resistencia frente al colapso climático».