La narrativa del hombre hecho a sí mismo, del político profesional de perfil técnico y académicamente solvente, ha estallado en mil pedazos. Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, se encuentra hoy en el centro de una tormenta política de alto voltaje tras revelarse la falsedad sistemática de su currículum académico a lo largo de más de dos décadas. Lo que empezó como una discreta corrección en su biografía institucional se ha convertido en una bola de nieve que amenaza con sepultar su credibilidad. Y ya hay quien exige su dimisión.
La denuncia ha llegado esta mañana desde el grupo parlamentario de Por Andalucía, con el diputado José Manuel Jurado como portavoz del estallido: «Moreno Bonilla ha mentido abierta y deliberadamente a la ciudadanía. Ha falseado su currículum para parecer más cualificado de lo que es. En cualquier empresa privada, esto sería causa de despido inmediato. En política, debería ser motivo de dimisión». Ya anoche, el periodista Lucio Pereda publicaba en redes sociales sobre la progresiva desaparición de titulaciones en el currículo del presidente autonómico.
Las reacciones no se han hecho esperar. A la petición de dimisión por parte de José Manuel Jurado, se han otras reacciones, como el PSOE, que ha publicado el siguiente video en la red.
O Adelante Andalucía ha alertado de que en la web del Parlamento de Andalucía ha desaparecido la pestaña de «datos personales».

Del máster fantasma al «grado» en Protocolo
La historia se remonta al año 2000. En su ficha como diputado del Congreso, Moreno Bonilla figuraba como licenciado en Administración y Dirección de Empresas (ADE) y con un máster en Relaciones Internacionales. Para 2004, ese mismo perfil seguía intacto. Sin embargo, años después, los títulos fueron desapareciendo gradualmente: primero la licenciatura quedó en «estudios en ADE», luego desapareció por completo, y finalmente, ya en 2025, su biografía oficial en la web de la Junta lo presenta únicamente con un supuesto «grado en Protocolo» (una carrera ya extinguida) y un curso de liderazgo en gestión pública.
Este proceso no ha sido fruto del azar. Ha habido una estrategia deliberada de ocultación y maquillaje. Las menciones a títulos inexistentes fueron retiradas cuando empezaron a circular dudas sobre su veracidad. En ningún momento ha existido una aclaración pública, una rectificación oficial o una asunción de responsabilidades.

El precedente Noelia Núñez y la hipocresía meritocrática
La gota que ha colmado el vaso ha sido la reciente dimisión de Noelia Núñez, líder del PP en Fuenlabrada y exportavoz de Ayuso en la Asamblea de Madrid, tras revelarse que también infló su currículum. El PP se apresuró a mostrar una imagen de firmeza y ética. Pero ahora, con su líder andaluz bajo sospecha, la vara de medir cambia.
«Lo que ha pasado con Noelia Núñez no es tanto una cuestión de tener o no títulos. Lo grave es mentir. Y en eso, Moreno Bonilla lleva años engañando a los andaluces», ha afirmado Jurado.
Además, el caso resquebraja el relato fundacional de la derecha andaluza: la meritocracia como excusa para el privilegio. Esa idea de que los que más tienen es porque más se han esforzado. Cuando se cae el andamio de los títulos, queda al desnudo la verdadera estructura: contactos, fidelidades y una maquinaria de poder basada más en el marketing que en la preparación.
Una mentira institucional sostenida en el tiempo
Lo más grave de este caso no es solo la invención de títulos, sino que dicha falsedad se mantuvo durante años en documentos oficiales del Congreso, del Parlamento y del propio Gobierno autonómico. No estamos ante un desliz juvenil, sino ante una estrategia consciente de proyección pública falseada, sostenida con recursos institucionales y validada por el aparato mediático.
El silencio del PP andaluz, por el momento, es clamoroso. Tampoco han hablado desde Génova. Pero lo cierto es que el escándalo se produce en un momento muy delicado para el partido: la descomposición progresiva del liderazgo de Feijóo, los bandazos de Ayuso, la caída de perfiles como Núñez Feijóo en las encuestas, y ahora la sospecha de que uno de sus principales barones autonómicos ha construido su carrera sobre humo.
¿Y ahora qué?
Desde TuPeriódico nos preguntamos: ¿será este el inicio del declive político de Moreno Bonilla? ¿Qué consecuencias tendrá para el bloque conservador en Andalucía, donde el PP ha logrado captar sectores amplios del voto ex socialdemócrata?
Lo que es evidente es que este caso trasciende el chisme político. Afecta al corazón mismo de la legitimidad democrática: la confianza en los representantes públicos. Cuando se permite que la mentira ocupe cargos institucionales, lo que se falsea no es solo un currículum: es el contrato con la ciudadanía.
En desarrollo: estamos verificando con fuentes universitarias y administrativas la inexistencia de los títulos mencionados por Moreno Bonilla en sus biografías oficiales. Si tienes información documentada sobre este u otros casos similares, escríbenos de forma confidencial en nuestro buzón seguro