Declaración del SAT ante el 1º de Mayo
Celebramos este 1º de Mayo con la reciente experiencia histórica vivida este lunes por millones de trabajadores y trabajadoras andaluzas debido al apagón que experimentó la red eléctrica. La solidaridad y el apoyo mutuo en un ejercicio de constante civismo ante una situación inesperada fue una lección que la clase trabajadora puso en primer plano durante la jornada.
Somos millones de trabajadores y trabajadoras que pagamos puntualmente nuestras facturas de la luz y que ahora exigimos no sólo explicaciones de lo sucedido, sino medidas que garanticen que hechos como los sucedidos no vuelvan a ocurrir. Y para ello, tenemos que tener claro que los servicios esenciales y estratégicos, como la producción y distribución de energía no pueden estar en manos de un oligopolio que pone el lucro privado por encima de las necesidades de la mayoría social.
Este 1º de mayo también se realiza en un contexto donde los vientos de guerra amenazan la vida de los pueblos y las clases trabajadoras en todo el mundo. La guerra comercial sólo es un preludio de posteriores conflictos armados en una etapa de intensificación de las contradicciones y las tensiones internacionales. Esta lógica del sistema capitalista, con su necesidad intrínseca de expansión, genera guerras comerciales y militares interimperialistas por el control de mercados, recursos y rutas estratégicas.
La Unión Europea, lejos de ser una excepción, se suma a esta escalada, priorizando el rearme y desviando recursos que deberían destinarse al bienestar social. Los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo estamos pagando las consecuencias de estas políticas belicistas y de austeridad, con el empeoramiento de nuestras condiciones de vida, la precarización laboral y el desmantelamiento de los servicios públicos.
Denunciamos la política belicista del gobierno, que ha anunciado la mayor inversión en armamento de la historia, haciendo que el gasto de defensa del Estado español alcance el 2,5% del PIB, lo que sin duda va a tocar el gasto social. Denunciamos la incesante manipulación de la opinión pública, con discursos que apelan al miedo, al odio y a la responsabilidad individual, para justificar los recortes y las guerras. Los grandes medios de comunicación se convierten en instrumentos de esta política, generando un clima de catástrofe y división.
Hoy, más que nunca, es necesario organizarse, movilizarse y construir un sindicalismo de clase que defienda los intereses de los trabajadores y trabajadoras frente a la voracidad del capital. No nos dejaremos engañar por discursos que enfrentan al último con el penúltimo, que criminalizan la pobreza y la inmigración.
Exigimos el desmantelamiento de las bases militares de Rota y Morón y el fin de la complicidad con el régimen genocida como el de Israel. Demandamos que los recursos que se despilfarran en armamento se destinen a la construcción de un futuro mejor, con salarios dignos, empleos estables, servicios públicos de calidad y acceso a la vivienda, la salud y la educación para todos y todas.
El 1º de mayo es un día para la lucha, la reflexión y la toma de conciencia. Es un día para reafirmar nuestro compromiso con la construcción de una sociedad donde la economía esté al servicio del pueblo trabajador. Unámonos en la defensa de nuestros derechos y en la construcción de un futuro de paz, justicia y solidaridad. Toca girar los cañones y construir una respuesta obrera y popular contra el rearme y la guerra, en defensa de los servicios públicos, por mejorar los salarios y las condiciones laborales.
¡Viva el 1º de Mayo!