Seguramente te habrás preguntado en más de una ocasión si de verdad se puede bajar el precio de la factura de la luz, y la respuesta es: Si. Mañana sería posible, y se trata de voluntad política.
El pasado mes de febrero, la Comisión Europea realizó una serie de recomendaciones al Gobierno de España para abaratar el precio de las facturas de los hogares españoles. Entre las recomendaciones había dos que bajo mi opinión serían de aplicación directa por el Gobierno, y de impacto inmediato. Una de ellas era reducir el IVA de la factura al 5%, la otra era trasladar los cargos del sistema eléctrico al Presupuesto General del Estado.
A estas dos medidas, yo les añadiría la eliminación del Impuesto Especial Eléctrico del 5,11%, al ser un impuesto especial, también está sujeto al tipo efectivo de IVA; en este caso el 21%, por lo tanto; este concepto de facturación acaba siendo un multiplicador del 6,18% del resultado económico sobre el consumo realizado en la factura.
Expuestas estas 3 medidas, decir que el Gobierno de España se ha negado en rotundo a la recomendación de la Comisión Europea y la tercera propuesta por un servidor, ni se ha contemplado. También es cierto que durante el año 2023 y 2024 hubo medidas transitorias que afectaron a la reducción de estos impuestos, el IVA al 5% y 10% y el IEE al 0,05%. Desde una óptica progresista, que defiende y cree en la justicia social y fiscal, estas medidas no deberían ser «café para todos».
Básicamente, porque hay consumidores que no necesitan del apoyo del estado o la administración pública para poder pagar sus facturas, no sufrir de pobreza energética y tener que decidir entre cocerse en verano/helarse en invierno o pagar la factura de la luz. El consumo medio por hogar en España se cifra aproximadamente en 3500 kWh/año, se estima que en verano se duplica el consumo de los hogares, y con el cambio climático los meses de calor son más duraderos y amplios; y también se estima que en invierno el incremento del consumo es de un 30-35%.
Tomando de referencia estos valores podríamos establecer un umbral de consumo en ~6400 kWh/año o 530 kWh/mes. ¿Por qué utilizar un umbral de consumo en vez de un nivel de rentas? Básicamente por simplificar el proceso, ser más dinámico en la aplicación y efectivo. Cruzar datos entre Hacienda, E-Distribución y Comercializadoras sería una autentica odisea; por lo tanto, mediante legislación BOE las comercializadoras podrían aplicar un tipo de IVA u otro en función del consumo realizado por el suministro.
De este umbral debería quedar excluidos los consumidores vulnerables, y los que por motivos de salud requieren de equipos que realizan un gran consumo energético. Establecer el umbral de consumo es directamente proporcional a establecer un umbral de renta, porque el consumidor vulnerable, con escasos recursos económicos, o con condiciones precarias salariales, alquileres y demás obligaciones es el primero en restringirse y mirarse bien lo que consume, y quien tiene un poder adquisitivo cómodo, con una economía estable, saneada o suficiente aparte de no necesitar ayuda o apoyo para pagar la factura de la luz, por estadística; tiene un consumo energético mucho mayor.
Poniéndole cifras, ¿cómo impactaría esto en una factura? Me pongo de ejemplo. Sacando los cargos del sistema de la factura supondría abaratar la potencia contratada en 4,23 €/KW año, aproximadamente 20 €/año.
En el consumo energético supondría abaratar el tramo punta en 0,058305 €/kWh, en el tramo llano 0,011661 €/kWh y en el tramo valle 0,002915 €/kWh, en mi caso esto supondría una diferencia de 86 €/año. Con la eliminación del Impuesto Especial Eléctrico —IEE del 5,11% (6,18% real)— supondría abaratar la factura 50,82 €/año. Con la reducción del IVA al 5% la diferencia supondría abaratar la factura en 131,57 €/año. Si sumamos todos los importes, la reducción o minoración de gastos para mi suministro sería de 288,39 €/año, mi suministro tiene un consumo de 3776 kWh – año; ligeramente superior a la media.
Conclusión, ¿el Gobierno puede hacer para abaratar el precio de la factura de la luz al ciudadano? Sí, rotundamente sí.
Al calor de que el tema eléctrico vuelve a estar «de moda» por el decreto fallido y mal llamado «anti apagón», mucho se ha dicho en los últimos dos días; pero la realidad es que el RD 7/2025 incluía cosas interesantes para que a medio y largo plazo España pudiera tener un sistema eléctrico más limpio y estable.
Os lanzo un guante; «Si España satisface el 20% de la demanda nacional con energía nuclear, y pretendemos sustituir la nuclear con renovables». ¿Cómo se hace sin macroproyectos? ¿Dónde deben ubicarse?
Otro guante; «El consumo doméstico representa el 25% de la demanda total del país». Si se incentiva el autoconsumo individual, colectivo y almacenamiento mediante ayudas finalistas estatales y autonómicas, bonificar al 100% el IBI al menos 3 años, aumento de la bonificación IRPF mediante CAE. ¿Será más sencilla y rápida la transición energética en el sector residencial? ¿Necesitaremos de menos megaproyectos?
Ahí os lanzo la idea, a quien corresponda.