Vamos a hacernos unas preguntas sobre esta tecnología, quizá podamos descubrir alguna cosa nueva. Pero primero, veamos que son los wearables médicos.
Esos dispositivos; relojes, pulseras, parches o anillos diseñados para recopilar datos biométricos las 24 horas. Se llevan puestos y monitorizan tu salud en tiempo real, ya no son ciencia ficción. En Andalucía están entrando con paso firme en el día a día de la atención sanitaria. Miden constantes vitales, avisan de problemas antes de que se agraven, y permiten a médicos y pacientes tomar decisiones más informadas y rápidas. Esta tecnología no se ha colado de puntillas: ha sido impulsada con decisión desde centros de investigación, hospitales, empresas tecnológicas y programas públicos que tienen claro un objetivo común: mejorar la calidad de vida, sobre todo de quienes más lo necesitan, como personas mayores y pacientes crónicos.
¿Cómo ha llegado esta revolución al sur de España?
Andalucía ha captado 33,7 millones de euros de las convocatorias de la Acción Estratégica en Salud 2024 para proyectos I+D en tecnología sanitaria, lo que subraya el compromiso público con la innovación aplicada. Institutos como el IBIMER en Granada y el Instituto de Biomedicina de Sevilla colaboran con la Junta y con el Parque Tecnológico de la Salud para transformar sensores y algoritmos en herramientas clínicas.
¿Quién hace realidad esas ideas?
El SAS, junto a Dédalus, desplegó en junio de 2022 un programa de telemonitorización para más de 125 000 pacientes crónicos —que representan el 35 % de las personas mayores con múltiples comorbilidades— que incluye un «kit» de dispositivos y formación personalizada.
Gracias a este modelo proactivo, los profesionales detectan empeoramientos de insuficiencia cardíaca, EPOC o diabetes antes de que exijan ingreso hospitalario.
¿Y cómo accede el paciente a sus datos?
ClicSalud+, la plataforma web del SAS, superó 98,5 millones de accesos hasta julio de 2022, permitiendo solicitar citas, consultar historiales y compartir constantes desde casa.
Por su parte, la app Salud Andalucía alcanza 7,5 millones de descargas y ha registrado casi 34 millones de accesos a funcionalidades como la teleconsulta y la revisión de informes clínicos
¿Se traduce todo esto en mejor atención?
Estudios europeos sobre sistemas de telemonitorización muestran reducciones de reingresos entre un 15 % y un 25 % en insuficiencia cardíaca, y aunque faltan datos específicos de cada hospital andaluz, el informe de seguimiento del SAS indica mejoras en la calidad de vida y ahorro de recursos sanitarios.
Tecnología para todos, ¿y el acceso digital?
Para evitar la brecha, se han organizado talleres presenciales en centros de salud y cursos online a través de Andalucía Vuela, con interfaces sencillas e iconos de gran tamaño. Las entidades públicas y las universidades diseñan guías de uso y mantienen asistencia telefónica para quienes lo necesiten. Eso sí, la brecha digital sigue existiendo, y es un problema serio. Andalucía lo está afrontando con soluciones concretas: dispositivos fáciles de usar, interfaces adaptadas y recursos técnicos para quienes más lo necesitan. Pero no todo es facilidad. También hay retos importantes que resolver.
¿Dónde queda la seguridad de los datos?
Andalucía aplica los estándares europeos de cifrado y la Agencia Española de Protección de Datos supervisa inspecciones periódicas en hospitales y proveedores tecnológicos. Cada wearable aprobado debe contar con certificado CE y pasar validaciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
¿Puede un reloj inteligente cuidar también de su salud mental?
Proyectos como la Red Internacional de Inteligencia Artificial en Ciencias de la Salud (AI-LIFE). En los que Andalucía participa como miembro fundador desde enero de 2025, integran mediciones de estrés y sueño con alertas automáticas para terapeutas o familiares. Si su ritmo cardíaco refleja ansiedad, el sistema le sugiere ejercicios de respiración o conecta al instante con un profesional de apoyo emocional.
¿Hacia dónde avanzamos?
La tendencia es clara: wearables cada vez más pequeños, con carga por energía cinética o solar, capaces de adaptar tratamientos a su perfil bioquímico. Andalucía no persigue modas pasajeras, sino construir un modelo de sanidad inteligente donde cada dispositivo cumpla una función concreta: prevenir, personalizar y empoderar a quien lo lleva.
¿Está listo para llevar el futuro en su piel?
Interesante artículo.
Buen trabajo