Esto, premiar al verdugo, es lo que está sucediendo en Granada, por parte del consistorio municipal, posicionarse a favor de una ideología de misógina, despreciar a las granadinas, mujeres, madres, hijas y compañeras. Y lo más doloroso, incluso vergonzoso de todo esto, es cuando se hace por parte de mujeres, que podrían ellas mismas, en algún momento de su vida, convertirse en víctimas.
Pues esto está ocurriendo en Granada, con su Ayuntamiento y su equipo de Gobierno Municipal. La alcaldesa de Granada, María Francisca Carazo. La regidora consistorial ha decidido premiar a un muy posible maltratador, a la vez que atemorizar a todas las mujeres de la ciudad de Granada de una sola tacada, al poner al frente de la Escuela de Policía Local a un presunto maltratador.
Es cierto que aún no ha sido juzgado, pero la Fiscalía mantiene cargos contra él por mantener un control obsesivo sobre su compañera, accediendo a los dispositivos móviles, utilizando un GPS colocado en el coche de su pareja y lo más grave —por si lo anterior pensásemos que no lo es— utilizar a seis miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para entrar en los sistemas de VioGen, con la intención de conocer con exactitud dónde se encontraba su víctima hasta en 48 ocasiones. Estas son las acusaciones de la Fiscalía, para el que será premiado por parte de la alcaldesa de Granada, con el cargo de jefe de estudios en la escuela de policías.
Tanto para la alcaldesa, como para la concejal de seguridad ciudadana, María Francisca Carazo y Ana Agudo, los motivos de este cambio de destino, son personales. Por motivos personales se cambia el destino de un presunto maltratador y se le premia a la vez, nombrándolo Jefe de Estudios de la Policía, la persona ideal para formar a los agentes que patrullen la ciudad Granadina.
Esta decisión ha conseguido debilitar la confianza de todo el sistema de VioGen en la ciudad, a la vez que ha hecho sentirse vulnerables a todas las mujeres de Granada, tanto las que ya son víctimas como las que pudiesen serlo. Parémonos a pensar en la protección de hermanas, madres o hijas, que tengan que encontrarse bajo la protección de los alumnos de este jefe de estudios de la policía en su ciudad.
Corrección urgente de error, debería plantearse la señora alcaldesa, en vez de proteger «por no haber aún condena firme». Recuerde que siempre será mejor evitar el peligro antes de que aparezca, señora alcaldesa, rectifique.
Rectifique, refuerce los protocolos contra la violencia, investigue en profundidad a los implicados, recuerde que los implicados son quienes nos deberían de proteger, tome medidas ejemplares, y sobre todo rectifique y anule el nombramiento del Jefe de Estudios de la Policía, rectifique, que seguro que tanto la señora alcaldesa como la concejal de seguridad ciudadana, tienen madre, hijas, hermanas, amigas o conocidas, que algún día, dios no lo quiera, tengan que verse protegidas por algún agente de los implicados.
La limpieza de todo la estructura de seguridad no se puede ver empañada al poner en duda toda una institución como es la policía. Una decisión política no debe poner en jaque la confiabilidad del cuerpo de policía, toda una institución. No se puede poner la duda, de quién es culpable: si el agredido o el agresor.
La ideología política tampoco puede poner en peligro a la sociedad granadina, señora Carazo, ni el negacionismo al feminismo. En la sociedad actual no puede triunfar la misoginia, ni el patriarcado. Dejemos fluir los tiempos, consigamos una convivencia sana, Granada se lo merece.
Algunos datos para tomar conciencia
En 2024, un total 2 267 mujeres estaban dentro del sistema de protección VioGen; de éstas, 1 246 tenían hijos a su cargo y 44 eran menores de edad. Desde 2003 van 1 265 mujeres asesinadas en toda España, el número de niños y niñas huérfanos en 2024 asciende a 14 y desde 2013 se contabilizan 447. Tan solo en el año 2024, se confirmaron 7 casos de violencia vicaria.